Dendro

“Olvidamos las raíces porque no las vemos”

Obra producida durante el programa Trees, Encuentros Naturales

Organizando por el Centro Cultural Mariano Mesonada - Museo Orús, junto con la colaboración del Ayuntamiento de Utebo Dendro es una intervención realizada durante los meses de Septiembre y Octubre de 2020.

Adentrándome en la idea de deconstruir un árbol para trabajar la esencia y concepto de lo que es en su mínima expresión, llego a las siguientes conclusiones: un árbol puede perder las hojas y sigue siendo un árbol, un árbol puede perder las ramas y podría seguir siendo un árbol, lo que no puede perder un árbol son sus raíces y su tronco (véase claramente en la poda de los plataneros), sin embargo, un árbol en este estado sobrevive gracias a los nutrientes y energía que mantiene en su sistema radicular, o, por la ayuda que le pueden prestar otros árboles por las raíces.

Los árboles son seres vivos que se comunican entre sí, de la misma manera que el ser humano se puede comunicar verbalmente, los árboles se comunican a través de sus raíces. Algunas variedades arbóreas son capaces de adoptar el sistema de otros árboles muertos, abandonadas sus raíces, pasan a ser parte del sistema radicular de árboles próximos que adoptan estas raíces como propias.

Existen fenómenos radicales increíbles, fenómenos que demuestran la comunicación arbórea, la naturaleza cíclica de la vida, o enseñanzas que transcienden a lo espiritual.

Olvidamos las raíces porque no las vemos.

Olvidamos que las raíces de un árbol ocupan un espacio tan grande como su copa y creemos que los árboles tienen una raíz central que se retrae vertical a metros y metros de profundidad pero no es así, la mayoría de los suelos son poco profundos y los árboles solo pueden desarrollar raíces superficiales.

Bastan unas pocas horas para condenar a un árbol que lleva siglos y siglos entre nosotros, lo más triste es que suele ocurrir porque hemos olvidado como tratarlo, nosotros que nos queremos más sabios que nuestros antepasados.